
En las escuelas de educación consciente y viva, la adaptación es un pilar fundamental que se centra en las necesidades individuales de cada infante. En este artículo, exploraremos por qué la adaptación desempeña un papel crucial en estos enfoques educativos y cómo beneficia a los infantes en su desarrollo integral, especialmente cuando están experimentando la transición de otras escuelas o están ingresando a la escuela por primera vez.
¿Por qué la Adaptación es Esencial en Escuelas de Educación Consciente y Viva?
En las escuelas que siguen las pedagogías de educación consciente y viva, la adaptación es mucho más que un concepto; es un compromiso profundo con el bienestar de los infantes. Estos enfoques pedagógicos se basan en el entendimiento de que cada infante es único, y, por lo tanto, sus necesidades, ritmos de aprendizaje y emociones también lo son. Además, se centran en los siguientes elementos clave de su filosofía educativa:
Favorecer la felicidad de la criatura
Colocar la felicidad de los infantes en el centro de la educación es esencial. Al satisfacer sus necesidades vitales y ayudarles a desarrollar un estado de conciencia y conexión consigo mismos, estamos contribuyendo a un equilibrio y bienestar más profundos, especialmente durante la transición a la escuela por primera vez o desde otras escuelas.
Fomentar el desarrollo de las competencias básicas
El desarrollo de competencias básicas, como la lectura, la escritura y las habilidades matemáticas, sigue siendo fundamental en la educación. Estas habilidades proporcionan a los infantes las herramientas necesarias para comprender el mundo que les rodea y participar activamente en la sociedad, pueden ir adaptándose durante el periodo de adaptación, donde la importancia se centra en que la niña o el niño, se sienta seguro, emocionalmente en el entorno y con las acompañantes.
Acompañar el desarrollo de la sensibilidad, empatía y cuidado
Fomentar la sensibilidad y la empatía en los infantes es esencial para su desarrollo social y emocional. Esto les ayuda a comprender y cuidar de los procesos de vida tanto en el ámbito social como en el natural, fomentando una mayor conciencia ambiental y social, incluso cuando experimentan cambios en su entorno educativo.
Observación Cuidadosa y Conexión con el Infante
Una parte integral de la adaptación en estas escuelas es la observación cuidadosa por parte de las acompañantes, que pasan tiempo observando a cada infante de manera individual. Esto les permite respetar sus tiempos, conocer sus fortalezas, áreas de interés y desafíos. Esta observación se centra de forma holística, teniendo en cuenta el aspecto académico, el bienestar emocional y social del infante, lo que es especialmente valioso durante el proceso de adaptación.
Ajustando el Enfoque Educativo
La adaptación no se limita a la observación; también implica la acción. Basándose en las observaciones, las acompañantes adaptan el enfoque educativo de manera individualizada. Esto puede significar ajustar el plan de estudios, el ritmo de aprendizaje o las actividades en función de las necesidades específicas de cada infante, teniendo en cuenta sus necesidades, dentro de las posibilidades del grupo.
Fomento de la Autonomía y Empoderamiento
Uno de los resultados más notables de la adaptación en estas escuelas es el fomento de la autonomía y el empoderamiento de los infantes. Cuando hablamos de adaptación nos referimos a una adaptación respetuosa. Respetando la infancia y sus procesos, hacemos que las criaturas puedan construir una base firme y sostenida, merecedoras de amor y de aceptación. Para que en la vida, presente y futura, puedan seguir escogiendo desde este saber interno, desde la convicción de que lo que sienten tiene razón de ser y es escuchado y atendido.
Cuando los infantes tienen la libertad de tomar decisiones sobre su aprendizaje, se convierten en aprendices activos y toman un papel activo en su propia educación, lo que es especialmente importante durante la transición a la escuela.
Cuidado de las Emociones en el Proceso de Adaptación
Es importante reconocer que el proceso de adaptación puede ser un momento emocionalmente significativo para los infantes, especialmente cuando están ingresando a la escuela por primera vez o desde otras escuelas. Pueden experimentar una variedad de emociones, desde la ansiedad hasta la curiosidad. En una escuela de educación consciente y viva, se presta especial atención a estas emociones, lo que es fundamental durante la transición.
¿Cómo Cuidamos las Emociones en Nuestra Escuela?
En nuestra escuela, comprendemos que cada infante es único y puede reaccionar de manera diferente a la adaptación. Hemos creado un ambiente acogedor y seguro donde se sienten cómodos desde el momento en que cruzan nuestras puertas. Los acompañantes reconocen y abordan las emociones de los infantes, brindando acompañamiento y orientación cuando es necesario, potenciando de esta manera la corregulación, donde, a través de nuestra regulación emocional como acompañantes, permitimos que las criaturas se regulen con aquello que les está sucediendo y no les gusta; en el caso de la adaptación, la separación con su/s persona/s referentes.
Una adaptación puede ser la primera separación real en sus vidas, por lo tanto, tienen el derecho a sentirse agitados por emociones intensas. A través de la corregulación y la presencia sostenedora y amorosa de sus personas referentes y de las personas acompañantes, las podrán transitar y superar, ofreciéndoles protección y seguridad.
Beneficios de la Adaptación en Escuelas de Educación Consciente y Viva
La adaptación en las escuelas de educación consciente y viva marca un contraste significativo con los enfoques de la escuela tradicional. La diferencia fundamental radica en la forma en que se aborda el proceso de adaptación, lo que tiene un impacto profundo en el desarrollo de los infantes: Transitar con seguridad y autonomía a través de diferentes cambios en su vida, construir una coraza emocional más permeable y flexible, desde la cual puedan expresarse desde su propio ser, experimentar un profundo sentimiento de ser acogidos y comprendidos, desarrollar un sistema nervioso más relajado y vivir todas las emociones (entrando, transitando y saliendo)
En nuestra escuela, la adaptación no se reduce a un tiempo predefinido que generalmente suele ser unos pocos días o semanas al comienzo del año escolar. En Momo, la adaptación se aborda de manera mucho más orgánica y respetuosa con el ritmo natural del infante.
La adaptación se convierte en un proceso emocionalmente estable, donde los infantes pueden establecer una conexión profunda con su entorno y con sus acompañantes. Esto no solo crea un ambiente propicio para el aprendizaje, sino que también promueve un desarrollo más profundo de sus competencias académicas, emocionales y sociales.
En nuestra escuela la matrícula está abierta durante todo el año (según disponibilidad de plazas) más info aquí: Matriculación.
Sigue nuestro día a día en Instragram.